viernes, 30 de mayo de 2014

Vulnerabilidad Educativa

¿Vulnerabilidad Educativa  o Escuelas En Conflicto?

                Existen  en la actualidad, múltiples factores por los cuales los niños  no ejercen (dentro y fuera de la escuela) el pleno desarrollo de sus derechos.  El deterioro del derecho a la educación se traduce como Vulnerabilidad Educativa.
Las estadísticas de la Provincia de Buenos Aires nos muestran, como tendencias que se agravan año a año: el alto grado de repitencia, abandono  y   sobre edad en el sistema escolar.
En las aulas nos preocupa (más allá de los índices) el grado de violencia escolar, las dificultades de aprendizaje, y en definitiva el debilitamiento del vínculo alumno – escuela;  que  como resultado genera “escolaridades de baja intensidad”; o como lo llamaría Corbo Zabatel: “Desertores presentes”, si bien los procesos de aprendizaje tienen como condición la presencia del que aprende, esa presencia no es condición suficiente. Que el alumno asista a la escuela, no garantiza que este ejerciendo el derecho a la educación.   
                Comprender y atender situaciones de vulnerabilidad educativa involucra un trabajo de reflexión que permita repensar algunos aspectos de nuestras prácticas:
-       Tercerización del problema: echarle la culpa a la situación económica, o social cultural del alumno. Poner el acento en las situaciones familiares o personales que este atravesando, sin cuestionar lo que le sucede cuando esta dentro de la escuela.
-       Estigmatizaciones: construcciones ficticias sobre el alumno, basadas en nuestra infancia… ¡esto en mi época!…, lo esperable no debe estar vinculado a infancias idealizadas. Debemos evitar los encasillamientos y las generalizaciones, para poder trabajar con alumnos reales.
-       Etnocentrismo: privilegiar nuestras convicciones y valores, despreciando el de los alumnos, solo nos lleva a un enfrentamiento cotidiano. Las experiencias previas, creencias y prácticas culturales de ellos y de su familia, deberían ser el punto de partida del aprendizaje.
Siento que, para la realidad escolar, con plantear las problemáticas no alcanza. Necesitamos proponer y promover cambios.
  Algunas de las ideas que puedo aportar desde mi campo de trabajo (Educación Artística), estarán enfocadas a recuperar la alegría cotidiana en el ámbito escolar, ya que muchos alumnos asisten a la escuela sin ganas, y algunos docentes también.
Entender que la risa no esta prohibida en la escuela, ya que según Nietzsche
“El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa”, puede que sea  esta, una puerta de bienvenida al gocé por aprender.
                Poder generar en la escuela, propuestas y proyectos donde el alumno sea  protagonista, donde se sientan parte y así encuentren el camino asía la autoestima.
                Soltar las amarras de lo lúdico, no solo en el recreo, sino  dejando entrar el juego en: el pizarrón, el cuaderno y el aula. (Ver “La clase y el juego “ Brailovsky 2011).
Cambiar las prácticas competitivas por prácticas cooperativas, para que los niños puedan trasladar esta experiencia al plano social.
Dejar que el arte invada nuestras aulas, ya que es el principal promotor de la creatividad, tan necesaria para resolver problemas: matemáticos, científicos y de la vida.



Dice Loris Malaguzzi:
El niño
está hecho de cien.
El niño tiene cien lenguajes
cien manos cien pensamientos
cien maneras de pensar
de jugar y de hablar
cien siempre cien
maneras de escuchar
de sorprenderse de amar
cien alegrías
para cantar y entender
cien mundos
que descubrir
cien mundos
que inventar
cien mundos
que soñar.
El niño tiene
cien lenguas
(y además de cien cien cien)
pero le roban noventa y nueve.
La escuela y la cultura


separan la cabeza del cuerpo.
Le dicen al niño:
que piense sin manos
que trabaje sin cabeza
que escuche y no hable
que entienda  sin alegría
que ame y se asombre
sólo en Pascua y en Navidad.
Le dicen:
que descubra el mundo que ya existe
y de cien le roban noventa y nueve.

Le dicen al niño:
que el juego y el trabajo
la realidad y la fantasía
la ciencia y la imaginación
el cielo y la tierra
la razón y el sueño
son cosas que no van juntas
Y le dicen
que el cien no existe
El niño dice:
"Qué va, el cien existe".



               
                Ayudemos a nuestros alumnos a encontrarse con quienes son, a construir quienes quieren ser y no a ser lo que nosotros quisiéramos que sean.

Nota desarrollada para la revista La Testa Centro De Estudiantes del ISFD 104 Normal de Quilmes 2013

María Inés Hartfiel

Profesora de Artes Plásticas

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